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La primera edición de «Discapacidad en el lugar de trabajo: organizaciones de empleadores y redes de empresas» se publicó en 2011 para compartir prácticas sobre cómo las diferentes organizaciones empresariales apoyan y promueven el empleo de personas con discapacidad. En esta publicación, 14 organizaciones presentan y comparten sus iniciativas y prácticas sobre la inclusión de la discapacidad. Los ejemplos de buenas prácticas demuestran que las redes nacionales pueden ser fundamentales para promover iniciativas conjuntas entre las empresas, por ejemplo, para proporcionar formación a los solicitantes de empleo con discapacidad en las profesiones y competencias que se demandan. Las redes de empresas y discapacidad también pueden servir para apoyar un entorno legislativo y político que sea más propicio para el empleo de las personas con discapacidad.

Por lo general, al igual que ocurre con otros actores sociales, las empresas se encuentran inmersas en un proceso de aprendizaje sobre cómo hacer efectiva y sostenible la inclusión de la discapacidad y la incorporación de las personas con discapacidad en sus fuerzas de trabajo. Las Redes Nacionales de Empresas y Discapacidad pueden suponer, a nivel de país, una plataforma estimulante y libre de prejuicios dirigida por los empleadores.

La colaboración entre el Pacto Mundial de las Naciones Unidas (UNGC) y la GBDN de la OIT se remonta a más de una década y sigue fortaleciéndose.

Se envió a las 36 Redes Nacionales de Empresas y Discapacidad una encuesta realizada por la Red Mundial de Empresas y Discapacidad de la OIT destinada a explorar cómo se podría apoyar mejor a las pymes en sus esfuerzos por incluir a las personas con discapacidad. Este informe presenta los resultados de la encuesta, los analiza y proporciona recomendaciones clave sobre cómo permitir que las pymes promuevan aún más el empleo de las personas con discapacidad.

En mayo de 2020, la Red Mundial de Empresas y Discapacidad de la OIT realizó dos encuestas, una para las Redes Nacionales de Empresas y Discapacidad (NBDN, por sus siglas en inglés) y otra para los miembros empresariales de esas redes, para identificar buenas prácticas y brechas en la respuesta a la crisis de COVID-19 de manera inclusiva de las personas con discapacidad. En total, 159 empresas de 22 países (que representan cuatro regiones) participaron en la encuesta para las empresas, y 19 redes nacionales participaron en la encuesta para NBDN.

Informe sobre discapacidad y responsabilidad social empresarial: un análisis que compara las prácticas de presentación de informes de 40 empresas multinacionales seleccionadas. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha convertido en una parte integral de la estrategia de las empresas en los últimos años. Consiste en un enfoque multifacético que tiene un impacto tanto en la sociedad como en la empresa. Abarca cuestiones de derechos humanos y medioambientales, contribuyendo al desarrollo de la comunidad, al tiempo que mejora la reputación de la empresa, la imagen de marca y la cultura corporativa. Para explorar cómo las empresas están integrando la discapacidad en su RSE, esta publicación investiga las prácticas de presentación de informes de 40 empresas multinacionales.

1. En el contexto de una crisis de desempleo juvenil, los jóvenes con desventajas específicas, como tener una discapacidad, se enfrentan a aún más barreras en su búsqueda de trabajo decente. A la luz de este desafío, la Red Mundial de Empresas y Discapacidad de la OIT compiló una colección de ejemplos positivos de 10 empresas de diferentes sectores y países que están procurando formar o emplear a jóvenes con discapacidad. Cada estudio de caso proporciona al lector una breve descripción de cómo se establecieron y aplicaron las iniciativas, con consejos prácticos y recomendaciones de los equipos directivos para alentar que se repliquen estos ejemplos de iniciativas exitosas.

La inclusión de personas con discapacidad en el lugar de trabajo ya no es algo inusual en las prioridades de las empresas. No obstante, a los equipos directivos aún les cuesta poner en marcha estrategias de inclusión eficaces. Basada en los ejemplos de 15 empresas multinacionales, organizaciones de empleadores y redes empresariales, esta publicación presenta factores clave que conducen a la inclusión exitosa de personas con discapacidad en el lugar de trabajo. Dividida en dos secciones principales, el porqué y el cómo, proporciona soluciones e ideas sobre cómo mejorar y ampliar las prácticas existentes, así como orientación para aquellos que desean comenzar y participar activamente en la transformación de lo que todavía se percibe como inusual en un componente natural del ambiente de trabajo.

La accesibilidad digital, entendida no como una medida de cumplimiento, sino como una iniciativa de transformación digital inclusiva basada en la idea de que «el ser humano está primero», acaba de comenzar su viaje y tiene el potencial de cambiar las vidas de todas las personas, grupos diversos, lugares de trabajo, organizaciones y sociedades. Si las empresas son capaces de convertir la accesibilidad digital en un pilar fundamental de su estrategia general de transformación digital e involucrar a los empleados con discapacidad en la fase de diseño de productos, servicios y lugar de trabajo, entonces podremos empezar a medir el impacto digital de la accesibilidad digital no solo en términos del cumplimiento de las normas, sino como innovación y diferenciación empresarial.

El futuro del trabajo aún está por construir, y todos podemos aportar hasta cierto punto. Impulsados por esta idea y conscientes de la urgencia de actuar, la Red Mundial de Empresas y Discapacidad de la OIT y la Fundación ONCE han preparado esta publicación. Este es un primer intento de conectar diferentes áreas de debate, observando las tendencias clave del futuro del trabajo desde la perspectiva de la discapacidad y buscando identificar acciones específicas necesarias para conseguir que el futuro del trabajo sea mucho más inclusivo.
Esta publicación debe verse como el comienzo de un viaje. Un viaje que requiere la participación y colaboración de todas las partes interesadas para tomar medidas concretas para garantizar un futuro de trabajo que incluya a las personas con discapacidad.